|
|
|
|
Argumento:
Nueva aventura del agente 007, con licencia para matar. Y de nuevo siguen los esfuerzos de los impulsores de la saga para adaptar un héroe con algunos rasgos ‘políticamente incorrectos’ al nuevo milenio. Lo que significa, vale, que James Bond sigue seduciendo a las mujeres, pero éstas tienen buena cabeza, y son capaces de mantener una conversación inteligente con 007, incluso dejándole con la palabra en la boca.
En esta ocasión se retoma libremente “Casino Royale”, una novela de Ian Fleming que había sido llevada a la pantalla en clave paródica, en una de las dos entregas no oficiales de Bond. Tras un prólogo en blanco y negro que se diría diseñada para dejar claro que el nuevo Bond, Daniel Craig, es tan duro como el que más, la acción se traslada a África, donde hay una de esas escenas de persecución con mucha pirotecnia, de las que dejan sin resuello. Y a partir de ahí ya podemos meternos en harina: la idea es dejar sin fondos al villano de turno, que realiza crimenes terroristas por encargo. Porque Cifra tiene la mala costumbre de jugar en el casino, y por un problemas con sus acciones de bolsa, necesita urgentemente 'pasta gansa', pues en caso contrario su vida corre serio peligro. Para dejarle fuera de juego, nunca mejor dicho, Bond simula ser un experto en póker. Le ayuda un enlace francés, y su ayudante en la misión Vesper.
Gracias a un guión en que ha participado el mismísimo Paul Haggis (Crash), la clásica película de acción Bond cobra más entidad (aunque tampoco exageremos), gracias a unos personajes más esbozados de lo habitual (Bond resulta ser vulnerable y capaz de amar, quién lo iba a decir), y a unos diálogos y situaciones pergeñados con ingenio. Aunque hay algún pasaje disparatado (Bond dispuesto a darse un masaje cardíaco a sí mismo), en general el film funciona. Y que la fidelidad conyugal –en sentido bastante amplio, que quede claro– resulte ser un valor en una película de 007 cabe calificarlo casi de revolucionario. Aunque tuvieramos a un Bond casado y enamorado en 007 al servicio secreto de su majestad.
|
|