Argumento:Año 1964. Manuel Vázquez Gallego, un reconocido dibujante de historietas, tiene deudas debido a que compra las cosas a plazos y no paga las letras por lo que cuando va a su casa suele encontrarse a la puerta a numerosos acreedores, al igual que ser un polígamo. En su lugar de trabajo, la Editorial Bruguera, tampoco es ejemplar, suele entregar los encargos a destiempo. En la editorial las cosas van a cambiar con la llegada de Peláez, el nuevo contable, que llega por orden de los dueños debido al alto crecimiento de la empresa, él es totalmente distinto a Vázquez, es un hombre ahorrador que sueña con comprarse un SEAT 600 y con una familia e hijos. Vázquez conoce a Rosa, a quien le apasionan sus aventuras, con la que consigue todo sin pagar nada por ello.
En la editorial, Peláez comienza a pedir cambios: el primero de ellos es la cesión de la autoría de los personajes en favor de la editorial, Vázquez decide sacar el mayor dinero posible a la editorial, como, por ejemplo, dibujar únicamente la primera página y la esquina superior derecha del resto, o que muriese su padre para recibir el dinero para pagar el ataúd. Su vida cambiará cuando será entrevistado televisión en donde explica la realización de Los cuentos del Tío Vázquez, basada en sus propios problemas con los deudores, a Peláez no le gusta su comportamiento y llama a la policía.
En la cárcel descubre que las obras que ha creado las están haciendo otros autores. Vázquez se enfada y llamada a González pidiendo que le paguen la fianza. La editorial paga pero a su vuelta las cosas no son como antes, sus obras ya no son las más reconocidas en favor de Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape o Carpanta, Peláez le dice que no podrá volver a dibujarlas hasta que vuelva a conseguir la confianza, su vida empeora y Rosa le deja debido a que han echado de casa a todas sus mujeres y decide cambiar su vida comportándose de una forma mejor y lo pone en práctica. En el entierro de su padre, Vázquez decide vengarse de Peláez haciéndole creer que un SEAT 600 es suyo, Peláez se lo paga y el verdadero dueño del coche le pega una paliza, mostrando que Vázquez no ha cambiado en realidad.
Treinta años más tarde, un ya anciano Vázquez ve una firma de libros de Ibáñez, que es el más reconocido en ese momento en España, allí Ibáñez nombra sus obras, que tanta fama tuvieron en los sesenta, pero ninguna le suena hasta que dice que es el moroso del 13, Rue del Percebe, de Ibáñez, y es cuando los niños y el propio Ibáñez van a pedirle que le firme un autógrafo, si bien al único que se lo firma es a éste último. Los rótulos finales dicen lo siguiente:
Vázquez siguió viviendo a su manera hasta el final de su vida. Durante 20 años no pudo dibujar los personajes que él mismo había creado y le habían hecho famoso en la Editorial Bruguera. Estuvo encarcelado dos veces más, una por bigamia y otra por problemas con Hacienda. Mantuvo relaciones estables con siete mujeres que le dieron 11 hijos. Murió a los 65 años víctima de una crisis diabética. Unos días antes, fingiendo un suicidio, consiguió un adelanto (otro más), de su último editor, a cuenta de sus ventas...¡¡después de muerto!!, algo que hasta el momento sólo han logrado el propio Vázquez y Fiodor Dostoievsky.