Sed de mal

-        Año: 1958


Cartel
Argumento:

Uno de los grandes títulos de la filmografía de Orson Welles. Este hombre genial, que deslumbró con su talento multifacético, tuvo siempre muy mermadas sus posibilidades de dirigir. Tras Ciudadano Kane se labró una fama de director difícil, por lo que saber cuándo iba a acometer un nuevo proyecto era todo un misterio: pocos estudios se arriesgaban a darle la oportunidad, y a veces Welles se las debía arreglar para convertir tramas más o menos mediocres en películas que trascendendían sus estrechos márgenes para así convertirse en cine con mayúsculas. Fue el caso de Sed de mal, adaptación libre de Welles de "Badge of Evil", novela negra de Whit Masterson. La revista cinéfila "Cahiers du cinéma" la definió como “la mejor película de serie B que jamás se haya hecho”.

El film transcurre en una pequeña ciudad fronteriza entre Estados Unidos y México. Un caso obliga a colaborar a Quinlay (Orson Welles), un policía americano, con Vargas (Charlton Heston), un funcionario mexicano. El primero tiene un innato olfato detectivesco para dar con los culpables de crímenes y delitos. Pero sus métodos son heterodoxos, y no tiene escrúpulos en inventar pruebas falsas para incriminar a los sospechosos. La definición que el honrado Vargas hace de Quinlay, “era un buen detective, pero un mal policía”, se ajusta a la realidad como un guante.

Así describía Welles la superioridad moral del personaje que encarna Heston: “Es un ser superior, y no porque sea un buen mozo o esté en el candelero, no. Es debido a que es una persona civilizada y tiene una cultura más honda. No se trata sólo de que sea bueno e incapaz de hacer canalladas, sino de que comprenda qué significa ser bueno. Así, tenemos un hombre que puede responder al sinvergüenza sin tener siempre la palabra virtud en la boca, y los argumentos que opone al poder policial son aquellos que sólo un hombre cultivado puede ofrecer.”

Fue Charlton Heston el que propuso a Welles como director del film a Universal, pues al principio sólo debía intervenir como actor, haciendo el papel del detective. Heston dijo de Welles que “fue el hombre con más talento que he conocido, lo cual no quiere decir que fuera el mejor actor o el mejor director. No pienso que lo fuera. Pero eso que llamamos ‘talento’, esa capacidad de crear arte, Orson la tenía a punta pala.” Quedó para la posteridad, y ha sido requeteestudiado en las escuelas de cine el plano secuencia con que se abre el film, en que somos testigos de cómo un tipo pone una bomba. Las acrobacias que hace la cámara son sencillamente increíbles. Otro arranque de genialidad ocurrió el primer día de rodaje: Welles estuvo casi todo el día preparando un plano, sin rodar nada, para desesperación de los ejecutivos del estudio. Cuando al fin lo hizo, declaró que ese plano correspondía a doce páginas del guión, y que por tanto iban con dos días de adelanto con respecto al calendario previsto.


Información VOLVER