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Argumento:
La historia comienza en una iglesia de Londres, donde se celebra un concurso en el que Mr. Bean gana un viaje a Cannes (con escala en París), y una cámara de vídeo.
Cuando llega a la estación, a Bean se le queda la corbata enganchada en una máquina expendedora, así que pierde el tren, y como el siguiente sale una hora después, decide esperar comiendo algo en un restaurante. Una vez sale del restaurante (deprisa y corriendo) y antes de subir al tren le pide a un hombre (que luego resulta ser el director de cine ruso Emil Duchevsky, jurado para el festival de Cannes e interpretado por Karel Roden) que lo filme saludando mientras sube ese tren. Tras muchas tomas, Bean se mete en el vagón pero en ese momento se cierran las puertas y el director de cine se queda fuera. Cuando el tren arranca, Bean ve como este hombre da voces a un niño del vagón, que es su hijo Stephan (Max Baldry). Duchevsky alcanza a decirle a Stephan que se baje en la siguiente estación. Sintiéndose culpable por lo ocurrido, y mientras toda la gente del vagón le mira mal, Bean trata de hacer cambiar de humor al chico haciendo muecas, pero solo logra ser golpeado por el chico.
En la siguiente estación, como lo había propuesto el padre del niño, éste se baja. Mr Bean que siente cariño por él lo vigila desde adentro del tren. En ese momento un ebrio se acerca al niño, provocando el enojo de Bean, que se baja del tren y lo echa. Asegurada la protección del niño, vuelve a subir pero descubre que el niño tiene su cámara, que había ganado junto con el viaje. Sale precipitadamente del tren y atrás se cierra la puerta. Intenta volver al tren pero las puertas no se abren, quedando las valijas de éste adentro. Bean se queda con Stephan, pero enojado, se sienta un poco alejado del chico, pero éste se le acerca y empieza a bromear con él. Justo después aparece Duchevsky en otro tren, pero como éste no paraba en la estación, coloca un papel sobre la ventanilla con su número de teléfono, el cual Bean alcanza a grabar. Sin embargo se ve en el vídeo que está tapando con su dedo las dos últimas cifras del número.
Así comienza lo que será una odisea por Francia para encontrar al padre del niño, aunque Mr. Bean lo que quiere es estar en la playa, de vacaciones. Así, en cada oportunidad que se le presente, Bean y el niño probarán números del 00 al 99, para poder contactar con Duchevsky. Pero poco a poco surgirán más problemas para Bean, los cuales no tardarán en empeorar.
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