Charlie y la fábrica de chocolate

-        Año: 2005


Cartel
Argumento:

Charlie Bucket es un niño amable y educado que vive en la pobreza en una pequeña casa a las afueras de la ciudad, junto a sus padres y sus cuatro abuelos. Todos ellos dependen del sueldo del padre de Charlie, que trabaja en una fábrica de pasta dentífrica colocando los tapones en los tubos de dentífrico. Al final de la calle se encuentra la fábrica de chocolate de Willy Wonka, donde trabajaba Joe, el abuelo de Charlie. El espionaje industrial hizo que el Sr. Wonka tomara la decisión de cerrar la fábrica y despedir a todos sus empleados. Más tarde, la fábrica volvió a abrir, pero los trabajadores no recuperaron sus empleos, y nadie ha vuelto a ver al Sr. Wonka.3

Un día, el Sr. Wonka anuncia que cinco niños que encuentren cinco billetes dorados ocultos al azar en tabletas de chocolate Wonka podrán visitar la fábrica y solo uno de ellos ganará un gran premio especial. Los cuatro primeros billetes son encontrados respectivamente por Augustus Gloop, un niño obeso y glotón de Düsseldorf; Veruca Salt, una niña mimada y consentida de Londres; Violet Beauregarde, una niña presuntuosa y competitiva de Atlanta que mastica chicle sin parar; y Mike Teavee, un niño arrogante y agresivo de Denver, obsesionado con la televisión y los videojuegos. Charlie desea encontrar un billete, pero debido al poco dinero del que dispone su familia solo puede permitirse una tableta al año, por su cumpleaños. La tableta que compran los padres de Charlie no contiene el billete, ni tampoco siguiente que compra con el dinero que le da el abuelo Joe. Charlie pierde toda esperanza cuando en las noticias se anuncia que el último billete ha sido encontrado en Rusia. Mientras camina en dirección a su casa, Charlie encuentra dinero en la calle, casi cubierto por la nieve y decide comprar otra tableta para disfrutarla tranquilamente, mientras que en el periodico se anuncia que el billete encontrado en Rusia resulto ser falso. Justo cuando Charlie abre el envoltorio de su tableta y para su sorpresa encuentra el último billete dorado en su interior. Otros clientes de la tienda intentan comprárselo, pero el dueño de la tienda le dice que no se lo dé a nadie y se lo lleve directo a casa.

En la parte posterior del billete se indican aspectos relativos a la visita, como que ésta tendrá lugar al día siguiente y que cada niño puede ir acompañado de un adulto. El abuelo Joe se ofrece a acompañar a Charlie, pero éste cuenta que le han ofrecido dinero a cambio del billete y está dispuesto a venderlo. Sin embargo su abuelo George lo convence para que se lo quede, diciéndole que el dinero es algo muy corriente e imprimen más a diario y que el billete dorado es mucho más valioso, ya que solo existen cinco en el mundo y son los unicos que habran. Los visitantes llegan a la fábrica y conocen a Willy Wonka, descubriendo que es un hombre peculiar, solitario e incapaz de pronunciar la palabra "padres". El recorrido muestra cómo la fantástica fábrica es operada por unos seres llamados Oompa-Loompas. Uno a uno, los otros cuatro niños se meten en problemas debido a su mal comportamiento y se ven obligados a abandonar la visita antes de tiempo: Augustus, quien se habia caido en un río de chocolate cuando trataba de beber de él y es succionado por un tubo que transporta el chocolate a otros lugares de la fábrica; Violet, quien ignora las advertencias de Wonka, prueba un chicle experimental que aún está imperfecto, se vuelve azul y se hincha hasta convertirse en un arándano gigante; Veruca, quien intentaba quedarse con una de las ardillas encargadas de la selección de nueces, pero éstas en represalias la atacan y la consideren una "nuez hueca", posteriormente las ardillas la arrojan por el conducto de basura junto con su padre; y Mike, quien tras burlarse de un invento de Wonka que sirve para transportar una tableta de chocolate a través de la televisión, trata de transportarse él mismo y queda reducido a un minúsculo tamaño. Cada vez que uno de los niños es eliminado de la visita, los Oompa-Loompas los despiden con un número musical dedicado a cada uno de ellos.

Al ser el único niño que queda, Charlie es el ganador y Wonka lo acompaña a él y al abuelo Joe hasta su casa en un ascensor de cristal volador. Desde el cielo ven cómo los otros cuatro niños abandonan la fábrica: Augustus, cubierto de chocolate; Violet, quien ha conseguido recuperar su tamaño normal y su cuerpo se ha vuelto elástico y más flexible, pero sigue siendo azul; Veruca y su padre salen de la fabrica cubiertos de basura y Mike, quien sale con unas dimensiones desproporcionadas al haber sido estirado en un intento fallido por recuperar su tamaño normal. Tras llevar a Charlie a su casa, Wonka anuncia cuál es el premio especial: la fábrica. Wonka se dio cuenta de que necesitaba un heredero y organizó el concurso para encontrarlo. Sin embargo, no le permite a Charlie llevar a su familia con él, por lo que éste rechaza la oferta. Charlie descubre que Wonka tuvo una infancia difícil junto a su padre, Wilbur Wonka, un dentista que le prohibió comer dulces y lo hizo llevar un aparato dental de gran tamaño. Pero cuando Willy probó los dulces por primera vez, quiso dedicarse a fabricarlos y contra los deseos de su padre, se marchó de casa para realizar su sueño. Sin embargo cuando Willy volvió, descubrió que su padre y la casa habían desaparecido sin dejar rastro. Los últimos dulces de Wonka no están vendiéndose muy bien y éste asocia su infelicidad al mal estado de su empresa, por lo que decide ir a buscar a su padre con la ayuda de Charlie. Cuando visitan al Dr. Wonka, descubren que éste ha seguido la trayectoria de su hijo a lo largo de los años, descubren además que aún se siente culpable por todos los años que trato mal a Willy y ambos se reconcilian después de tantos años sin verse. Wonka permite finalmente que la familia de Charlie vaya a vivir a la fábrica, mientras él y Charlie trabajan juntos desarrollando nuevos productos.


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