El último samurai

-        Año: 2003


Cartel
Argumento:

El capitán Nathan Algren (Tom Cruise) es un hombre a la deriva, atormentado moral y espiritualmente por los remordimientos de las batallas contra los indígenas norteamericanos. Una vez arriesgó su vida por el honor y por la patria, pero en los años transcurridos desde la guerra de Secesión estadounidense el mundo ha cambiado. El pragmatismo ha reemplazado al valor, el interés personal ha ocupado el lugar del sacrificio y el honor no se encuentra en ninguna parte. Recibe la oferta de marchar a Japón para entrenar a su inexperto ejército de reclutas y campesinos, aceptando inmediatamente debido al excelente salario que recibirá. El mediador del pacto es su antiguo superior en el 7.º Regimiento de Caballería, el coronel Bagley (Tony Goldwyn), que lo reconoce como un hombre muy capaz a pesar de sus limitaciones como el alcoholismo; Algren, sin embargo, lo considera un asesino frío y sin escrúpulos.

Al llegar al país, Algren se hace asesorar por Simon Graham (Timothy Spall), un antiguo diplomático británico que hace las veces de traductor. Algren se sorprende de ver a un país que está suspendido entre lo medieval y lo moderno. Se trata de un país en plena restauración Meiji, liderado por el joven emperador Meiji (Shichinosuke Nakamura), quien desea que su país se modernice, influenciado por algunos de sus consejeros, más interesados en el enriquecimiento personal que en el nacional, entre ellos el infame Omura (Masato Harada). Uno de los antiguos maestros del emperador y consejero, el samurái Katsumoto Moritsugu (Ken Watanabe), ha decidido levantarse en armas contra esta súbita revolución cultural, a la que considera demasiado radical para el país.

Los venerados samuráis, que dedicaron sus vidas a servir al emperador, se convierten así en un grupo de r?nin y en los rebeldes contra los que el ejército adiestrado por Algren debe enfrentarse. A pesar de ser inferiores en número y de luchar a la manera tradicional, con espadas, arcos y lanzas, su valentía y los años de entrenamiento para el combate los convierten en serios oponente frente a las armas de fuego de los inexpertos soldados. Algren recibe la orden de marchar contra los enemigos, a pesar de la falta de entrenamiento de las tropas y de su propia oposición a ello. Durante el primer combate entre ambos bandos, el regimiento comandado por Algren se ve desbordado por una carga de caballería en la que el general Hasegawa (Togo Igawa), el comandante japonés que dirigía al Ejército Imperial es capturado y comete seppuku, el suicidio ritual japonés.

Al final de la escaramuza Algren es rodeado finalmente por un grupo de samuráis, uno de los cuales, Hirotaro, es matado sorprendentemente por Algren cuando el nipón se disponía a darle el golpe de gracia. Katsumoto, viendo su valentía y recordando un premonitorio sueño anterior, decide mantenerle con vida y llevarle preso a la aldea en las montañas donde vive con su gente. Su intención es mantener al occidental allí para aprender del que es su nuevo enemigo, al menos mientras el invierno y sus nieves le impidan abandonar el pueblo y al mismo tiempo desentrañar el significado del visionario sueño antes mencionado. Algren empieza a vivir con la familia del fallecido Hirotaro, su mujer, Taka (Koyuki), y sus dos hijos pequeños Higen (Sôsuke Ikematsu), y Magojiro (Aoi Minato), así como a aprender la lengua japonesa. Taka a su vez es hermana de Katsumoto.

En principio es rechazado por los aldeanos, por Taka y además por los samuráis debido a que es considerado un teki (enemigo). Algren, mostrando una gran resistencia al dolor físico y a la humillación, empieza a mantener combates de kend? con Ujio (Hiroyuki Sanada), un samurái experto, para poder dominar el arte de la katana por medio de bokkens. Tras varias derrotas aplastantes lo consigue y los samuráis empiezan a reconocer su destreza. Poco a poco, Algren empieza a comprender a esa gente que él consideraba salvajes, sus motivaciones y su modo de vida y descubre que ha encontrado allí la paz interior que le permite olvidar su tormento del pasado.

Además, descubre que Katsumoto es un ser culto, sensible, abierto, permeable y admirable en principios. Algren empieza a adaptarse a su cultura y su opinión cambia radicalmente. Las conversaciones con Katsumoto pasan de ser un diálogo entre captor y prisionero, a otro entre camaradas. Además Taka, quien lo rechazaba y deseaba su muerte, acepta las disculpas ofrecidas por Algren, entendiendo que tanto su fallecido marido como él solo cumplían con sus respectivos deberes de militares.

En una breve escena nocturna, en un teatro al aire libre iluminado con antorchas, mientras Katsumoto actúa en ky?gen (teatro cómico japonés), el momento de esparcimiento es interrumpido intempestivamente por un ataque de un grupo de ninjas (asesinos a sueldo). Algren da la alarma y toma una katana para ayudar en la defensa de la aldea. Los samuráis derrotan a los ninjas, a costa de muchas pérdidas. A pesar de que Katsumoto no lo confirma, Algren sospecha de que el ataque ha sido ordenado por Omura.

Con la primavera llega una misiva del emperador instando a Katsumoto a comparecer ante él en palacio. Aunque él intenta hacer entrar en razón a su antiguo alumno, las presiones de los demás consejeros evitan un cambio en la política: el emperador sabe que se expone a un golpe de estado si se opone a los ricos asesores como Omura, empeorando además sus relaciones con las potencias occidentales. Katsumoto es retenido, pero la intervención nocturna de Algren y los otros samuráis consigue liberarle, al precio de la vida de su hijo Nobutada (Shin Koyamada), entre otros. La batalla se vuelve ineludible ante la falta de diálogo y los samuráis se preparan para luchar en campo abierto contra un ejército superior y mejor preparado que la vez anterior, ahora equipado con los modernos cañones howitzer y ametralladoras Gatling.

Algren recibe como un honor la armadura roja de Hirotaro de manos de Taka y una katana con la inscripción Pertenezco al guerrero en el cual se han unido lo viejo y lo nuevo. A pesar de que el bando de los samuráis prepara cuidadosamente su estrategia y consigue acabar con muchos soldados enemigos, la superioridad numérica y el mayor alcance de las armas occidentales hace gran mella en sus filas. Finalmente, solo un puñado de ellos quedan en pie y realizan una carga a través de las fuerzas enemigas contra los cañones y ametralladoras en un último ataque desesperado con el que acabar gloriosamente sus vidas, y así conservar su honor. Todos son abatidos o gravemente heridos; Algren y Katsumoto se despiden, acabando el japonés con su vida mediante el seppuku, con que puede tener una muerte honrosa al haber perdido la batalla. En señal de respeto y admiración, todo el Ejército Imperial se inclina ante el cadáver de Katsumoto, el último samurái.

Tras recuperarse de sus heridas, Algren, vestido con su uniforme de gala militar, se presenta ante el emperador en el momento en que se iba a firmar el tratado de venta de armas de Estados Unidos a Japón con el embajador Swanbeck (Scott Wilson). Hace entrega de la katana de Kastumoto al joven gobernante y le habla de la muerte de su maestro y de los motivos que le llevaron a luchar hasta el final. Comprendiendo las intenciones del veterano samurái, el emperador decide no firmar el tratado, y se enfrenta a Omura repartiendo sus riquezas entre el pueblo. Comprende que aunque no puede cerrarse al progreso, tampoco puede renegar del pasado de su país. Por su parte, Algren regresa a la aldea en las montañas donde le espera Taka, quien llega a apreciarle y a aceptarle incluso en el plano sentimental.


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