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Argumento:
A finales del siglo XIX, Dorian Gray (Ben Barnes) hereda una mansión en la ciudad de Londres. Su juventud va acompañada de una belleza envidiable, un halo de inocencia y un carisma abrasador. Cuando Dorian ve el cuadro en el que lo ha retratado un artista de sociedad, Basil Hallward (Ben Chaplin), cree que su belleza es la responsable de la nueva forma del arte de Basil. Así, Dorian lanza una frívola afirmación ofreciendo su alma al diablo a cambio de permanecer tal y como aparece en el cuadro para siempre. Siendo bueno e inocente, se enamora de una joven llamada Sybil Vane, con la que decide casarse. Pero un amigo de Basil, llamado Lord Henry Wotton, un hombre maduro y frivolo, lo induce a ir a clubes y burdeles haciendo pequeñas travesuras, así como dándole consejos pertinentes a vivir plenamente aprovechando la juventud, considerándola la única cosa verdadera en este mundo. Poco a poco Dorian se va corrompiendo hasta que rompe el corazón de su amada Sybil quien además estaba embarazada, lo que la lleva al suicidio, despertando la venganza de su hermano James Vane, quien jura matar a Dorian. El apuesto joven se vuelve un asesino, egoísta, frívolo y hedonista. Con el paso de los años, su aspecto físico no se ve alterado y, mientras tanto, el cuadro va reflejando no sólo el envejecimiento físico sino el deterioro putrefacto de su alma marchita y venenosa. Lord Henry ya entrado en años ve con asombro la juventud de Dorian, pero se arrepiente de lo que le indujo a hacer en el pasado, por lo que lo rechaza, pues sospecha la naturaleza sobrenatural de su lozanía y teme que haga daño a otras personas.
Dorian informa a Lord Henry de su decisión de enmendar su camino. De ahora en adelante, corregirá su vida y por lo pronto abandona, sin corromper, a su última conquista romántica: la bella hija de Lord Henry, Emily, pero Lord Henry no cree que esta acción sea sincera. Mientras tanto Dorian se pregunta si este gesto de renuncia al vicio se reflejará en el retrato, mejorando su aspecto. Una vez que Lord Henry se retira, Dorian Gray entra al ático donde ha mantenido su retrato escondido bajo llave, pero descubre que ahora su apariencia es aún peor: se da cuenta de que el gesto que tuvo de dejar intacta la virtud de Emily fue provocado únicamente por vanidad, la curiosidad o la búsqueda de nuevas sensaciones.
Investigando Lord Henry descubre el paradero del cuadro y que sólo la destrucción del mismo liberará a Dorian y lo y redimirá de sus pecados. Pero en ese momento llega Dorian, enfrascándose ambos en una discusión que deviene en pelea cuando Lord Henry descubre una prueba de que Dorian asesinó a Basil, y en un arranque de furia se vale de una lámpara de aceite para hacer arder el cuadro. En eso llega Emily. Lord Henry logra sacarla del ático dejando a Dorian encerrado en medio del incendio. Emily, quien ama a Dorian, sabe que él posee una copia de la llave del ático, pero este se resiste a salir y la obliga a alejarse. Emily obedece, obligada por el fuego, que está en su apogeo. Luego de despedirse, Dorian atraviesa con una lanza el cuadro y de inmediato comienza a envejecer y a desfigurarse mientras es consumido por las llamas. Tiempo después, Lord Henry sube a la habitación clausurada a ver el retrato de Dorian Grey, que brilla nuevamente con toda la radiantez de su frescura y mocedad.
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