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Argumento:
Un asteroide se dirige hacia la Tierra. En pocos días podría acabar con todo rastro del ser humano, como ocurrió muchos años atrás con los dinosaurios. ¿Qué hacer? Expertos de la NASA, consejeros presidenciales y estrategas militares se devanan los sesos. La única idea que podría funcionar es enviar una nave tripulada hasta el meteorito. Allí habría que hacer un agujero a una profundidad adecuada, e introducir en su interior un explosivo nuclear. La explosión debería romper el asteroide en mil pedazos, que tomaran una trayectoria no mortífera.
¿Pero quién es capaz de hacer un agujero lo bastante profundo para que la misión tenga éxito? ¡Está clarísimo! Expertos perforadores que buscan petróleo en los fondos oceánicos. Y el mejor es Harry S. Stamper (un Bruce Willlis tan duro como siempre) y su equipo. El problemas es que, aunque son muy buenos en su trabajo, son algo "bruticos". No en vano, el director Michael Bay ha definido la película como una especie de Doce del patíbulo del espacio, en referencia al célebre film sobre un grupo de reclusos que realizan una importante misión, enmarcada en la Segunda Guerra Mundial.
Acción trepidante desde el minuto uno. El inconfundible estilo de Michael Bay (un bombardeo de planos que apenas duran más de dos segundos cada uno) ayuda a crear ese ritmo apabullante, que deja sin aliento. Así es esta película. Desde la furia incontenida de Bruce Willis al descubrir a su hija líada con uno de sus hombres, pasando por la secuencia en la estación espacial rusa, hasta llegar al asteroide. Y por supuesto que no faltan algunos fragmentos de asteroide, que destruyen ciudades y monumentos emblemáticos de todo el mundo. Si la reciente Deep Impact se centraba en los sentimientos de los personajes, los responsables de Armageddon apuestan sin dudarlo por el espectáculo con enormes dosis de adrenalina. Eso no implica que hayan descuidado el argumento, que ha contado con todo un batallón de prestigiosos guionistas: Jonathan Hensleigh y Scott Rosenberg (Con Air (Convictos en el aire)), Robert Towne (Chinatown, Marea roja), Tony Gilroy (Medidas desesperadas), J.J. Abrams (A propósito de Henry) y Ann Biderman (Las dos caras de la verdad).
En el reparto tampoco se han regateado esfuerzos. Al imprescindible Willis hay que añadir a Ben Affleck (coganador de un Oscar por el guión de El indomable Will Hunting), Liv Tyler, Billy Bob Thornton, Steve Buscemi, Will Patton... Un reparto atractivo y a la vez arriesgado, que funciona perfectamente.
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