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Argumento:
En 1995, Chuck Noland —interpretado por Tom Hanks— es un analista de sistemas obsesionado con el tiempo, que viaja por lo regular a diferentes países para resolver problemas de productividad en las instalaciones de la compañía de paquetería FedEx. Vive con su novia Kelly Frears —Helen Hunt— en Memphis, Tennessee. Es a tal grado la obsesión de Noland hacia su trabajo, que no ha podido casarse con ella. En la reunión navideña de ese año, es comisionado para solventar una problemática en Malasia por lo que parte de inmediato a ese país.
Durante su vuelo, cae una fuerte tormenta que ocasiona un fallo en el avión que lo transporta, lo cual provoca que éste pierda el control y se estrelle en algún sitio del Océano Pacífico. Noland es el único superviviente, ya que los pilotos —sus únicos acompañantes— mueren en el percance, y se sube a una balsa salvavidas en la que llega en un estado inconsciente a una isla desierta. Previamente, había perdido el transmisor de emergencia de la balsa en sus intentos por salvarse.
Tras despertarse, explora la isla y se percata de que efectivamente está inhabitada. Observa varios paquetes de FedEx que venían a bordo del avión, los cuales flotan cerca de la costa. En las proximidades también se halla el cadáver de uno de los pilotos, el cual entierra luego. Lo primero que se le viene a la mente a Noland es crear una señal de rescate, y después realiza un intento de escape con los restos de la balsa inflable, la cual está en precarias condiciones. Debido a esto, su intento falla después de flotar unos pocos metros de la isla. A continuación, busca comida, agua y un lugar para guarecerse del clima. Al abrir los paquetes de FedEx, encuentra varios objetos que le son útiles, entre ellos un vestido —con el que improvisa un manto para cubrirse la cabeza del sol— y un par de patines para el hielo —de los cuales aprovecha la cuchilla de uno de ellos—. No obstante, decide dejar cerrado uno de los paquetes, que trae impreso en su cubierta un par de alas de ángel.
En su primer intento para hacer fuego, Noland se hiere en una mano. Furioso por el accidente, arroja varios de los objetos que descubrió en los paquetes, entre ellos un balón de voleibol de la empresa Wilson Sporting Goods. Una vez calmado, sujeta la pelota blanca, y observa la huella impresa con sangre de su mano herida, la cual tiene una forma que le recuerda a un rostro. Tras remarcar mejor su forma, nombra al balón como «Wilson» y comienza a charlar con él.
Noland pasa los siguientes cuatro años en esa isla, tras los cuales ha adelgazado de forma notable, posee una pronunciada barba y viste un taparrabos. Además, ya pesca y hace fuego más fácilmente. En todo ese tiempo, Wilson ha fungido como una especie de compañía para él. Un día, llegan los restos de un baño portátil a la costa, y Noland ingenia usarlos a manera de vela para una balsa de madera. Para esto, pasa algún tiempo edificando la balsa y verificando que las condiciones climáticas sean óptimas para un nuevo escape. Hay que añadir que en su permanencia en la isla, ha registrado también el estado del tiempo por meses, por lo que es consciente de cuándo sopla el viento en una dirección determinada, o cuándo hay marea alta o baja. Finalmente, huye de la isla a bordo de la balsa junto con Wilson. Esa noche cae otra tormenta que amenaza la integridad de la embarcación, pero para suerte de Noland, la balsa resiste los embates del fuerte oleaje. La mañana siguiente, mientras éste duerme y el mar luce calmado, Wilson cae de la balsa y comienza a flotar sin dirección. Minutos después despierta Noland y, a pesar de sus intentos por rescatar a quien fuese su compañero en la isla, le es imposible traerlo de vuelta con él.
Más tarde, mientras yace acostado en la balsa, llorando por la pérdida del balón, pasa un barco de carga junto a él y es finalmente rescatado. Al regresar a la civilización, se entera de que todos lo daban por muerto, entre ellos su familia y sus amigos. Su bienvenida es celebrada en la sede de FedEx con varios empleados de la compañía. Noland también se percata de que Kelly se casó con el dentista de Noland, con quien tiene una hija. Poco después, se reúne con ella en su casa y ambos revelan estar aún enamorados uno del otro, pero saben que no pueden estar juntos ya que ella tiene ahora su propia familia. Antes de despedirse, ella le regresa su antigua camioneta, que ha guardado en su cobertizo desde su partida a Malasia.
A bordo de su camioneta, Noland viaja a la dirección señalada en el paquete que no abrió en la isla. Al llegar al domicilio, no hay nadie ahí así que deja el mismo frente a la puerta de entrada, acompañado de una nota donde le dice al propietario que dicho paquete le había salvado la vida. Tras esto, sigue el camino en su camioneta, hasta detenerse en un cruce. Ahí, una joven pasa en su automóvil y él la hace detenerse para preguntarle a dónde conduce cada camino del cruce. Después de informarle el destino de cada uno, ella sigue su camino. Noland observa que en la parte trasera de la camioneta hay una imagen de un par de alas angelicales, idénticas a las del paquete misterioso. En las tomas finales, se ve a Noland mirando cada uno de los caminos del cruce.
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