|
|
|
|
Argumento:
Sesenta segundos. Ése es el tiempo que invierte Memphis en robar un coche. Pero eso lo dejó hace tiempo. Ahora lleva una vida honrada. Lo malo es que su hermanito es un trasto, y ha decidido seguir sus pasos. Y como su último golpe salió mal, el clásico mafioso con mala leche exige que en tres días, tres, le entregue 50 coches ni más ni menos. Si no, lo pagará con su vida. Ante tal chantaje, Memphis reúne a su antiguo equipo y se pone manos a la obra de robar vehículos.
“Robar 50 coches en una sola noche. Pensé que era una idea genial.” Así habla el guionista del film, Scott Rosenberg (Beautiful Girls). Y Nicolas Cage, el protagonista, tampoco se corta: “La película tiene un hilo conductor muy sólido.” No sabemos si ambos exageran un pelín. El caso es que Rosenberg y el director Dominic Sena sirven una historia de acción con múltiples persecuciones automovilísticas, de la que disfrutarán seguro los amantes de la velocidad.
Aston Martin, Cadillac, Mercedes, Porsche, Ferrari, Jaguar, Lamborghini, Bentley, Chevrolete, Dodge, Toyota, Volvo, Pontiac, Ford... ¡Uf! Casi nos quedamos sin aliento al enumerar las marcas de los bugas que desfilan por la peli, y que a veces tienen más protagonismo que los actores de carne y hueso. Entre los asesores del film no faltó... un antiguo ladrón de coches, ya rehabilitado.
|
|