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Argumento:
Cuarta entrega en imagen real de las aventuras de los inmortales personajes creados por René Goscinny y Albert Uderzo, tras Astérix y Obélix contra César, Astérix y Obélix: Misión Cleopatra y Astérix en los Juegos Olímpicos. Se encarga de la realización Laurent Tirard, cuyo trabajo más destacado hasta la fecha ha sido El pequeño Nicolás, esforzada adaptación de otra obra de Goscinny, en aquel caso un libro infantil.
La trama de Astérix y Obélix al servicio de su majestad mezcla dos de los mejores álbumes originales de los personajes, "Astérix en Bretaña" y "Astérix y los normandos". Ante la invasión romana, la reina Cordelia de los bretones envía a su leal Buentórax en busca de ayuda a la irreductible aldea gala. Allí, Astérix le presta ayuda a Obélix, que debe lidiar con Gudúrix, su moderno sobrino de Lutecia. Mientras, los normandos deciden emprender un viaje para conocer el miedo, pues han escuchado que da alas a quien lo siente.
En la línea de sus predecesoras, Astérix y Obélix al servicio de su majestad ofrece razonable diversión, sobre todo para un público muy joven. Algunos gags tienen gracia, especialmente la conversación de Astérix con Julio César. Pero todo resulta excesivamente irreal y grotesco. A los apasionados del material original les dolerán los abundantes cambios a peor con respecto a los comics.
El incombustible Gérard Depardieu repite una vez más como Obélix, mientras que Edouard Baer (Pollo con ciruelas) debuta como Astérix, al que interpreta con menos gracia que sus predecesores, Christian Clavier y Clovis Cornillac. Les arropan grandes del cine francés, en papeles casi siempre pequeños. Destacan Catherine Deneuve (la reina Cordelia) y Fabrice Luchini (Julio César), aunque por la pantalla también desfilan figuras como Dany Boon, Jean Rochefort, Gérard Jugnot y los españoles Tristán Ulloa y Javivi.
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