Futbolín

-        Año: 2013


Cartel
Argumento:

La película comienza con Amadeo contándole a su hijo Matías una historia antes de irse a dormir, en la que tiene que usar su imaginación (Matías se pasa todo el día jugando en su tablet, por lo que a Amadeo le preocupa estar distanciándose de su hijo): hace muchos años, cuando eran chicos, Amadeo, un chico tímido, trabajaba en un bar donde conoció a Laura, de quien se enamoró y le mostró su metegol. Amadeo había modificado a los muñecos del equipo rayado del metegol, dándole a cada uno una apariencia distintiva, sin embargo, dejó a los muñecos lisos sin cambios. En ese momento, llega un chico que se creía el mejor jugador de fútbol y lo desafió a Amadeo a un partido de metegol delante de Laura. Aunque al principio le gana, Amadeo sale victorioso, y toda la gente del bar lo aclama. El chico es rechazado por el bar y el cantinero "Doble eje" lo saca del lugar, a lo que el chico grita por lo mucho que odia al pueblo y lo mucho que desea ganar siempre. Fuera del bar, el niño conoce al Mánager (Coco Sily), quien le ofrece convertirlo en un crack.

Años más tarde, luego de que Laura (Lucía Maciel) le anuncia a Amadeo (David Masajnik) que se irá a Europa a estudiar, el muchacho derrotado regresa como el “Grosso”, dispuesto a vengarse. Ahora que es un futbolista famoso, anuncia que ha comprado la ciudad entera y va a construir en ella un gigantesco estadio de fútbol, aunque está más interesado en poseer el metegol con el que lo vencieron y destruir el bar donde fue derrotado, además de secuestrar a Laura para conquistarla. Del bar demolido Amadeo sólo consigue rescatar al capitán de los jugadores rayados del metegol, Capi, acabando el resto en el basural. Una de las lágrimas de Amadeo caen sobre Capi (Pablo Rago), concediéndole vida, que luego lo convence de ir a rescatar al resto de los jugadores para salvar a Laura.

Amadeo y Capi encuentran en el basural a dos de los rayados, Loco y Beto, y más tarde a Liso, capitán del equipo de los lisos. Al resto de los jugadores se los lleva una camioneta a una feria que Amadeo y sus amigos encuentran gracias a la estela que deja el pelo de Beto en el asfalto, cuando intentó subirse. En la feria, Amadeo rescata a cinco de los rayados y el Capi rescata a otros dos, los hermanos Malparitti, mientras que el resto de los lisos y Pulpo, arquero de los rayados, son secuestrados por el Mánager y llevados a la mansión del Grosso, quien retiene a Laura e intenta que ésta se enamore de él. Sin embargo, Amadeo y los jugadores que lo acompañan logran reemplazar al chofer de la limusina del Mánager, por lo que llegan a la mansión del Grosso.

El Grosso, mientras tanto, trata de seducir a Laura exhibiendo su mansión y todo lo que hay en ella. El "tour" por la residencia del Grosso culmina en un laboratorio, donde el futbolista guarda varios animales transgenéticos que científicos desarrollaron para "mejorar" la industria del fútbol. Cuando Amadeo y los jugadores rescatados consiguen entrar al laboratorio del Grosso, donde este intenta fundir a los jugadores que ya tiene, Amadeo lo detiene y escapa con Laura, mientras son rescatados los últimos jugadores, explotando el laboratorio como resultado. Más tarde, Amadeo desafía al Grosso a la revancha del partido de metegol que tuvieron cuando eran chicos. El Grosso, en cambio, lo reta a llevar la revancha a un partido de fútbol, sobre lo cuál Laura redobla la apuesta, exigiendo que les devuelva el pueblo si Amadeo le gana.

Amadeo y Laura comienzan a reclutar hombres para armarse un equipo, reuniendo a los ancianos Armando y Eusebio, al Cura del pueblo, el Laucha (un ladrón bastante raído), Carmiño, el Emo, el Subcomisario Pisano (porque es atlético y debe custodiar al Laucha), Doble Eje (el cantinero del bar destruido), El Roña y, a falta de más hombres en el pueblo, a la señora Hormona Domínguez. Aunque durante los primeros minutos del partido "Los Absolutos", el equipo del Grosso, meten dos goles, el Mánager se comunica con el Grosso y les pide que "bailen un rato" porque se ve la superioridad de su equipo y el partido pierde emoción.

Viendo la enorme desventaja que tiene el equipo de Amadeo, Capi y el resto de los jugadores del metegol intervienen directamente en el partido, haciendo que algunos "Absolutos" se accidenten y consiguen que Amadeo anote un gol. En el proceso descubren que ya no quieren vivir más dentro del metegol. Amadeo descubre la trampa, y convence a Capi de que recuperarán el pueblo ellos mismos. Sin ayuda de Capi, el equipo de Amadeo empata el partido y durante una oportunidad de gol para Amadeo, el Grosso le da una patada en la pierna, quien cae dolorido al piso. A pesar del esfuerzo de Amadeo, el Grosso mete un tercer gol, ganando el partido. Aunque él festeja su victoria, las tribunas aplauden al equipo de Amadeo, que se esforzó para intentar conservar su pueblo y rechazan al Grosso por su egocentrismo, que genera la antipatía de sus compañeros de equipo y de su Mánager, quien renuncia. Los habitantes se van del pueblo con Amadeo y su equipo, quienes fundan otro pueblo en las cercanías. Tiempo después, Amadeo y Laura se casan y tienen un hijo.

Terminando la historia, a Matías le entusiasma saber que los jugadores del metegol están vivos, pero Amadeo le dice que sólo los podrá ver si cree. Más tarde esa misma noche, Matías escucha a los jugadores de metegol discutir, y baja a verlos. Su padre le dice que ganan los lisos, pero que se puede dar vuelta en cualquier momento, porque "así es el fútbol: puede pasar cualquier cosa".


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