Argumento:
A principios del siglo XX, una joven viuda, Lucy Muir, decide mudarse con su hija pequeña (Natalie Wood) a una casa junto al mar de la que corre el rumor de que está habitada por el espíritu de un antiguo capitán de barco ya fallecido, Gregg. Este intenta asustarla al principio, pero al no conseguirlo, discuten y se van haciendo amigos, pese a sus caracteres completamente opuestos. El fantasma va dictando sus memorias a la viuda, que tendrá éxito al publicarlas. Ambos se quieren, pero saben que no es posible consumar el amor entre ellos, pues ella aún no es fantasma y él ya no es de carne y hueso.
Con el tiempo, ella conoce a un hombre y el fantasma, celoso al principio, acaba desapareciendo para que la mujer pueda casarse. Pero el hombre ya tiene familia y la señora Muir se queda soltera y tiene una vida apacible hasta la vejez. Al morir, en la escena más romántica de todas, es recogida por el capitán, quien extiende sus brazos para acompañarla a la otra vida.