Argumento:
Coogan, un duro policía de Arizona ataviado con sombrero de cowboy y botas de montar, se traslada a la ciudad de Nueva York para llevarse bajo su custodia a un delincuente que atrapó tiempo atrás. Sin embargo, choca con las costumbres de la gran urbe, empezando con que no le entregan al preso, que está en la enfermería en estado psicótico. Como tipo duro e impaciente que es, decide llevárselo saltándose las reglas, con el resultado de que el tipo se fuga.
Una de las vibrantes colaboraciones del realizador Don Siegel y el actor Clint Eastwood (Dos mulas y una mujer, Harry el sucio, Los seductores), repleta de acción y con algunas escenas socarronas propias de comedia. Así, hay bromas con la continua confusión de que el protagonista sería se Texas y no Arizona, y muchas frases memorables acordes con el laconismo de Coogan. Se juega con su condición de mujeriego, y con las justas dosis de cinismo. También hay una zafiedad muy de finales de los 60.