Argumento:
Drama social que supuso el debut de Martin Ritt, uno de los grandes directores del cine americano. Alex ha abandonado el ejército encontrando trabajo en la construcción del ferrocarril, donde traba amistad con un joven de color. Sin embargo, el jefe de la obra –con conexiones con la Mafia– no está nada conforme con tener a éste de empleado por los problemas raciales que pudiese ocasionar, así que provoca un accidente donde el muchacho muere. Alex, que conoce la verdad, duda si enfrentarse con su jefe o no hacer nada al respecto.
Poderosa película, rodada en blanco y negro y con escaso presupuesto, con un inquietante tono de cine negro y tres memorables interpretaciones a cargo de John Cassavetes, Sydney Poitier y Jack Warden. Sus similitudes con La ley del silencio son más que evidentes. Su inquietante ambiente también viene marcado por una violenta partitura de Leonard Rosenman, quien volvería a colaborar con Martin Ritt en Los mejores años de mi vida (1983).