|
|
|
|
Argumento:
Adela Castro es una solterona de mediana edad resignada a que por su físico ningún hombre la quiera. Pero regresa a la ciudad un antiguo amigo, Santiago, viudo, y le pide matrimonio. Adela acude a pedir consejo a su confesor, porque está preocupada por no ser una mujer «normal» ya que se afeita.
Poco después tiene un ataque de celos al ver regresar a Isabelita, su sirvienta, de un paseo con el novio. Tras una gran discusión, Isabelita se despide. Entonces Adela acude al médico, quien le descubre que en realidad es un hombre, hecho que desconocía porque la habían criado como mujer desde bebé y la moralidad de la pequeña ciudad de provincias en la que vive no le habían permitido explorar el sexo. Al descubrirlo, se va precipitadamente a Madrid a vivir como hombre.
Al llegar a la capital se instala en una pensión barata, donde pasa muchos apuros económicos por no disponer ni de dinero ni de documentación, la suya es de mujer. Intenta encontrar trabajo pero al carecer de estudios y experiencia laboral termina ganándose la vida cosiendo. Entonces se encuentra por casualidad a Isabelita trabajando de camarera en una cafetería. Ella no lo reconoce vestido de hombre y con bigote, y empieza a cortejarla como Juan.
Debido a la estrechez económica, decide volver a su ciudad con su antigua personalidad para hacerse con sus haberes. En el banco, Santiago le aconseja regresar a casa para poder legalizar su situación haciéndose visitar por un forense. Decidido a rehacer su vida como varón, marcha de vuelta a Madrid, donde comienza estudios de bachillerato y continúa su relación con Isabelita. En Madrid, busca a su antigua compañera de pensión, Feli, a quien debe dinero. Feli resulta ser prostituta y Juan intenta mantener relaciones sexuales con ella. Será su primera experiencia, aún con dudas sobre su inclinación. Es tan frustrante, que le sume en una gran depresión que le hace abandonar los estudios y dejar a su novia. Pero ésta acude a su casa y consigue lo que no había conseguido Feli. Ante la insinuación de Juan de que guarda un importante secreto (el de su identidad) que alguna vez le desvelará, Isabelita le sorprende llamándole señorita.
|
|