El infierno blanco

-        Año: 1953


Cartel
Argumento:

En los años de la Segunda Guerra Mundial, una serie de pilotos y personal de aviación civil realiza tareas de transporte de suministros. En uno de estos viajes el avión que comanda Dooley se ve sorprendido por una tormenta y las bajas temperaturas que crean capas de hielo en las alas, lo que les obliga a un aterrizaje forzoso en una zona ignota de los nevados bosques canadienses. Con las comunicaciones impracticables, la supervivencia mientras llegan las fuerzas de rescate que peinan un área inmensa se promete harto complicada.

Potente película aérea de William A. Wellman, que ese mismo año entregó también Escrito en el cielo. Como en ese film, John Wayne producía a través de su compañía Wayne-Fellows. Se trata de un film de aventuras que supone un hermoso canto a la camaradería masculina, reflejada profusamente tanto a través de los accidentados como de los compañeros que tratan de dar con su paradero. El film hace un efectivo uso de la voz en off, tanto a través de la de un narrador, al que puso voz el propio Wellman, como de la de varios personajes, entre otros Wayne, cuando las cosas empiezan a ponerse feas y duda acerca del modo de ejercer el liderazgo que se le supone. La trama de la novela de Ernest K. Gann, que adapta él mismo, ignora el significado de la palabra cinismo. Hay, sí, seres humanos, a los que asalta el miedo y otras debilidades, pero que saben el valor de la lealtad, y a los que sostienen en los momentos difíciles el recuerdo de sus familias, o una fe sencilla que les empuja a rezar.

La fotografía de los parajes nevados en blanco y negro de Archie Stout es muy bella y pinta bien la desolación a la que se enfrentan los hombres "caídos del cielo"; también es excelente la fotografía aérea. El film se rodó en el lago Donner, en condiciones climáticas difíciles. Y Gann recordaba la pasión que puso Wellman al preparar la película: "Era emocionalmente un chiquillo. Tenía un temperamento vivaz y emocional hasta la arrogancia. Pero también había en él emoción e inspiración, y era capaz de ser realmente humilde. Con su discurso unas veces entusiasta y otros lastimero pronto me contagió su excitación y llegué a estar de acuerdon con él en que 'nosotros' estábamos a punto de dar a luz una obra maestra." El amplio reparto es excelente, y cada actor, como Andy Devine, James Arness o Harry Carey Jr., imprime a su personajes grandes dosis de humanidad. Duke, una vez más, demuestra ampliamente su carisma de estrella, verdaderamente único.


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