Argumento:
Madrid, 1933, Tras haber asesinado a su hija Hildegart, Aurora Rodríguez se entrega a la justicia. En la cárcel, rememora las circunstancias que la movieron a cometer un crimen tan atroz. En su primera infancia, Aurora Rodríguez, testigo de frecuentes desavenencias matrimoniales y de la indiscutible supeditación de las mujeres a los hombres, concibió la idea de tener una hija a la que educaría para que se consagrara a luchar por la liberación de la mujer. Buscó un hombre sano, inteligente y que aceptara renunciar la paternidad de la niña. Hildegart resultó ser tal y como su madre la había imaginado: siendo casi una niña ingresó en el Partido Socialista, a los 16 años, tras concluir la carrera de Derecho, empezaba medicina, y ya escribía artículos y libros. A los 18 era ya muy popular en los círculos intelectuales y revolucionarios. Y a esa edad, una madrugada, su madre la mató.