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Argumento:
El comandante Duke Gifford (John Wayne), es el segundo oficial del submarino norteamericano Thunderfish, que opera en Pacífico. Tras rescatar a un grupo de niños y monjas de una isla, el submarino de Gifford vuelve a su base en Pearl Harbor, donde Guifford tratará de recuperar la relación con su ex mujer, enfermera de la marina, si bien las obligaciones de servicio no se lo pondrán fácil. Además, tripulación del Thunderfish tendrá que lidiar con el problema de que muchos de los torpedos del submarino son defectuosos y no estallan al dar en el blanco.
Muy en la línea del cine de los 50, “La Flota Silenciosa” es un film bastante típico del subgénero submarino, con la salvedad de que este film tiene un importante componente de comedia ligera y de drama romántico, contenidos que se van intercalando con las misiones de combate propias del submarino en el mar. Como suele ser de recibo en las películas de John Wayne, este interpreta el papel de hombre heroico y decidido, aunque algo imperfecto a nivel personal, y en ese sentido el personaje de Gifford resulta bastante plano y tópico.
En resumen, “La Flota Silenciosa” es la típica película “blanda” de los años 50, que no ofrece nada especialmente novedoso, aunque al menos sí que muestra una visión bastante amplia de la variedad de misiones que cumplía un submarino, lo cual eleva ligeramente su interés. La típica película de John Wayne en plan heroico con cierto interés desde el punto de vista militar por abordar algunos temas de la guerra submarina poco tocados por el cine.
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