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Argumento:
Ingenioso y fluido spaghetti western que presenta la historia de un ciego que debe recoger y velar por la seguridad de un grupo de mujeres, para lo que tendrá que emplear todo tipo de artimañas sacando el máximo partido de su ingenio y su habilidad con el manejo de armas, algo que sorprende a sus oponentes.
Dirige la película Ferdinando Balde, director italiano que ya dirigió varios spaghetti western como: 'El clan de los ahorcados' y 'Tierra de gigantes'. Todos los trabajos de este director ofrecen una calidad técnica correcta y adecuada, apoyándose en argumentos interesantes, donde las armas y la violencia dictan sentencia.
Gran parte del atractivo e interés de la película reside en las habilidades del protagonista, un ciego al que todos dan por inútil y que tiene una habilidad especial para intuir y descubrir donde están sus oponentes para acabar con ellos. El papel protagonista recae en un acertado e interesante Tony Anthony, explotando su carisma y simpatía en todo momento. Como anécdota importante merece la pena destacar la participación en el reparto de Ringo Starr, un músico, cantante, compositor y actor británico que ganó fama mundial como baterista de la banda The Beatles.
El director ofrece un tratamiento fluido y apuesta por un ritmo dinámico que se ve estancado en pequeños momentos del desarrollo de la trama. Una trama sencilla y previsible que permite ofrecer un entretenimiento pasajero, gracias al sentido del humor por el que apuestan los responsables de la película, junto a la variedad de enfrentamientos armados.
Como suele ser habitual en los spaghetti western, El justiciero ciego tiene una banda sonora pegadiza, compuesto por un acertado, Stelvio Cipriani. La pieza musical acompaña al personaje principal en sus diferentes enfrentamientos, como lo hace su peculiar caballo, al que los responsables de la película saben explotar su lado cómico.
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