|
|
| |
|
Argumento:
En 1913, Fernand Maubert (Eric Portman), el jefe de policía de París, persigue a Philippe Lodocq (Guy Rolfe), un simple ladrón de banco con una serie de robos en su haber, pero que siempre tiene una coartada. Después del último robo, Maubert captura a la cómplice de Lodocq, Madeleine Saincaise (Nadia Gray).
Cuando es liberada de la prisión, Maubert le advierte que se mantenga alejado de Lodocq (aunque tiene cierta admiración por él). Impresionado por su inteligencia, belleza y coraje, comienza a cortejarla. Cuando Lodocq la visita, ella profesa su amor por él, pero él le dice que es demasiado peligroso ser visto juntos y que eventualmente se cansarían el uno del otro de todos modos. Más tarde, sin embargo, durante una de sus cordiales reuniones ocasionales, Maubert le dice a Lodocq que puede decir que Madeleine es diferente de las otras mujeres de Lodocq; Ella se ha puesto debajo de su piel.
Más tarde, la policía es avisada por un informante y llega durante un intento de robo. Lodocq consigue lejos, pero su ayudante Jean Louis (Juan Carol) es matado, junto con un policía. Lodocq persuade a Madeleine para que le proporcione una coartada. Maubert sabe que está mintiendo, pero no puede hacer nada. Sin embargo, deja de verla.
Finalmente, Maubert consigue el descanso que ha estado esperando. Lodocq emplea al hermano de Jean Louis Alfred para su próximo robo. Maubert consigue que Alfred traicione a Lodocq, no por venganza, sino por decirle que Lodocq no le dio a su madre la parte justa del botín (una mentira). Lodocq está encarcelado justo cuando estalla la Primera Guerra Mundial.
En la guerra, Maubert se convierte en uno de los principales contrainteligentes franceses. Cuando el ministro de la guerra (Edward Chapman) le dice que necesitan urgentemente una lista de espías alemanes en Francia que se guardan en una caja fuerte en la embajada alemana en Berna neutral, Suiza, Maubert indica que hay solamente un hombre para el trabajo. Maubert está autorizado a ofrecer un perdón a Lodocq a cambio de sus servicios. El prisionero está de acuerdo después de que Maubert asiente la perspectiva de ver a Madeleine.
El robo se apaga sin problemas. Sin embargo, cuando Lodocq va al apartamento de Madeleine, encuentra a Maubert ya desesperado. En un toque sorpresivo, resulta que el nombre de Madeleine estaba en la lista que robaron. Se la lleva, con la implicación de que será ejecutada por traición. En la escena final, Maubert mira a Lodocq, ahora un soldado francés anónimo, a bordo de un tren para la intensa lucha en Verdún, ambos sabiendo que Lodocq tiene pocas posibilidades de supervivencia.
 |
 |
