Destructor (Algo más que la vida)

-        Año: 1943


Cartel
Argumento:

En 1943, el Jefe de la Armada retirado, Steve "Boley" Boleslavski (Edward G. Robinson) ayuda a construir el destructor John Paul Jones, homónimo de la nave en la que sirvió en la Primera Guerra Mundial, hundido un cuarto de siglo después mientras salvó un portaaviones de siendo torpedeado Cuando se entera de que un antiguo compañero de tripulación, el teniente comandante Clark (Regis Toomey), es el nuevo capitán del barco, regresa a la Armada y disputa un puesto de atraque como jefe principal de la nave contramaestre.

Sin embargo, Boley pronto enajena al resto de la tripulación del destructor con su actitud perfeccionista e ignorancia del equipo moderno de la nave, particularmente Mickey Donohue (Glenn Ford), a quien reemplazó como jefe principal. Como resultado, la tripulación y el equipo del barco funcionan mal en el crucero de shakedown de Jones. Boley es degradado por golpear a Donohue cuando este último lo molesta al insultar a los Jones. Donahue se convierte en jefe principal nuevamente. Para complicar aún más las cosas, Donohue se enamora y se casa en secreto con la hija de Boley, Mary (Marguerite Chapman).

Mary le dice a Donahue que deje que Boley permanezca a bordo del Jones, y se lesiona al rescatar a la tripulación durante un incendio. Boley se recuperará, pero se le prohíbe realizar más tareas marítimas y se le enviará a recoger su equipo. Debido a su pobre actuación, a Jones se le asignó llevar correo a Dutch Harbor, Alaska, y sus tripulantes descontentos solicitaron transferencias a barcos de combate. Boley regresa justo cuando están empacando sus cosas y les dice que no se transfieran con una conmovedora versión de la épica batalla de la Guerra Revolucionaria de John Paul Jones con el HMS Serapis.

Una flota japonesa es descubierta tratando de traer refuerzos a su guarnición en la Isla Kiska, y la tripulación del Jones responde ansiosamente a la orden general para converger en el enemigo. Los altos mandos cambian sus órdenes despectivamente y los envía al puerto seguro de Sitka. En el camino, el Jones es atacado por seis aviones enemigos, derribándolos a todos pero es golpeado por un torpedo durante la pelea. Cuando se detecta un submarino hostil, el barco lisiado debe huir a su mejor velocidad. Se las arregla para evadir el ataque hasta que cae la noche, pero la lista de la nave apaga sus calderas, deteniendo los motores. El capitán no tiene más remedio que dar la orden de abandonar el barco. Boley tiene la oportunidad de permanecer a bordo con algunos voluntarios, incluido Donohue, para tratar de soldar el agujero. Lo logra justo antes del amanecer, cuando el submarino ataca. El destructor arroja cargas de profundidad, obligando al submarino a salir a la superficie, luego lo atraviesa y lo hunde.

Cuando el barco atraca con mucha fanfarria, Boley voluntariamente regresa "a la playa" después de que la tripulación expresa su renuencia a verlo partir. Allí se entera de que Donohue se ha casado con su hija, a lo que él simula consternación.


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