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Argumento:
La acción nos sitúa en Italia a comienzos de 1944. Los aliados se encuentran en el sur de la peninsula para proseguir su avance hacia el norte. El Capitán Malaparte (Marcelo Mastroiani), oficial italiano de enlace con los aliados, es destinado al Cuartel General del V ejército américano en Nápoles para colaborar directamente con el general Mark Clark. Este le encarga a Malaparte que haga de guia de la esposa de un senador americano, una mujer oficial de las fuerzas aereas, que se ha desplazado a Italia en misión humanitaria con fines propagandístiscos. Ambos personajes bucearan en las miserias de la guerra, viviendo situaciones en las que comprueban hasta donde puede llegar la brutalidad humana.
Si “Mediterraneo” era una visión extremadamente amable e idealizada de la guerra, “La Piel” se encuentra en el extremo opuesto. La directora italiana Liliana Cavani (“El portero de noche”) basándose en el relato autobiográfico del escritor y periodista italiano Curzio Malaparte, ofreció un retrato absolutamente desgarrador de la liberación de Italia durante la II GM. Las escenas de brutal realismo abundan: vemos mujeres que ofrecen a sus hijos pequeños a los soldados africanos, un brazo humano en un plato de comida, un hombre aplastado por un tanque… escenas absolutamente descarnadas pero que encajan bien en el marco de la historia. No obstante, el tono tremendista de la narración se ve afortunadamente aligerado por algunas notas de humor (el robo pieza a pieza de un tanque, o cuando el jefe mafioso negocia la venta a los aliados de prisioneros alemanes “al peso”) que dotan a la historia de una mayor profundidad.
Los actores principales están muy bien: Burt Lancaster en el papel del tosco y superficial general Clark, Claudia Cardinale como princesa Caracciolo, y sobre todo, Marcello Mastroiani como el culto playboy Malaparte, un papel que borda a la perfección. Quizás el mayor pero de esta película sea su tendencia a dejarse llevar por el efectismo y el morbo fácil en varias de sus escenas. Pero no puede negarse que “La Piel” ofrece un relato lleno de amargo realismo acerca de los desastres de la guerra. Una película no carente de interés y perturbadora, aunque con un punto de excesivo efectismo.
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