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Argumento:
Bruce Nolan (Jim Carrey) es un reportero de una televisión local de Buffalo insatisfecho con su trabajo, que quiere convertirse en presentador de noticias. Cuando se le niega el trabajo en favor de su rival Evan Baxter (Steve Carell), Bruce se enfurece y monta en Furia durante un reportaje en directo en las Cataratas del Niágara, haciendo que sea despedido. Después de sufrir varios percances a lo largo del día, Bruce protesta ante Dios, echándole la culpa de su mala suerte y diciendo que Dios es el que debería ser despedido.
A la mañana siguiente, Bruce recibe un mensaje en su busca, que le lleva a un misterioso almacén donde se encuentra cara a cara con Dios (Morgan Freeman). Dios otorga a Bruce todos sus poderes para que pruebe si es capaz de hacer su trabajo mejor. Dios sólo le da dos reglas: no puede decir a nadie que tiene los poderes de Dios ni puede usarlos para alterar el libre albedrío. Al principio, Bruce abusa de sus poderes, utilizándolos sólo para su propio beneficio, como recuperar su trabajo, conseguir noticias exclusivas y humillar a Evan en directo para quedarse con su puesto de presentador.
Esa noche, Bruce invita a su novia Grace Connelly (Jennifer Aniston) a cenar en el restaurante en el que le pidió que fueran novios. Ella espera que Bruce le proponga matrimonio, pero él ignora eso y sólo la lleva para celebrar su ascenso. Mientras, Bruce empieza a oír cada vez más voces en su cabeza, que al principio no puede entender. Al encontrarse de nuevo con Dios en la cima del Everest, le explica que son oraciones dirigidas a Dios y ahora Bruce debe responderlas. Dios también hace que Bruce se de cuenta de que ha estado usando sus poderes para su propio beneficio en lugar de ayudar a los demás. Bruce crea un sistema de e-mail para recibir y contestar las oraciones, pero el número interminable de plegarias (a pesar de que sólo proceden de una pequeña zona de Buffalo) acaba cansándole y programa el sistema para contestar automáticamente SÍ a todas las oraciones.
En una fiesta para celebrar su ascenso, Bruce usa sus poderes para llamar a Grace, pero en ese momento, Susan Ortega (Catherine Bell) la presentadora de las noticias, agarra a Bruce y lo besa. Cuando Grace llega y ve esto, se enfada con Bruce y rompe con él. Bruce intenta usar sus poderes para que Grace le perdone, pero no puede alterar el libre albedrío, cosa que Dios ya le había advertido.
Cuando Bruce hace su debut como presentador, la ciudad queda sumida en el caos debido a sus acciones: hay gente que cree que el Apocalipsis está cerca debido a la caída de un meteorito que había provocado Bruce, y un gran número de ciudadanos está provocando disturbios al descubrir que todos han ganado la lotería, haciendo que el premio tenga que repartirse y todos ganen sólo unos pocos dólares, ya que todos habían rezado para ganar la lotería y Bruce respondió "sí" a todos. Bruce vuelve a encontrarse con Dios, que le explica que él no puede resolver todos los problemas, y que trate de resolverlos por sí mismo. Bruce empieza entonces a ayudar a la gente y a responder las oraciones lo mejor que puede. También renuncia al trabajo de presentador y se lo devuelve a Evan. Mientras intenta adiestrar a su perro para que orine en la calle y no en la casa, Bruce recibe la visita de Debbie (Lisa Ann Walter) la hermana de Grace, quien viene a buscar las cosas de ella. Debbie le dice a Bruce que Grace siempre reza por él.
Bruce busca en la página web todas las oraciones de Grace, y ve que todas son por él. En ese momento llega una nueva oración, en la que Grace pide a Dios que la ayude a olvidar a Bruce, ya que aún le ama, pero quiere dejar de hacerlo. Desconsolado, Bruce camina bajo la lluvia y pide dejar de ser Dios y que sea él quien dirija su vida. Bruce se arrodilla en medio de la carretera, es atropellado por un camión y muere. En el cielo, Dios le pregunta que es lo que realmente desea, y Bruce responde que sólo quiere que Grace encuentre a un hombre que la haga feliz. Dios envía a Bruce de vuelta a la Tierra, donde se despierta en el hospital. En ese momento, Bruce recibe la visita de Grace y se reconcilian. Días después, Bruce, trabajando de nuevo como reportero pero ahora feliz con su trabajo, realiza un reportaje sobre la donación de sangre, y la última escena muestra que un vagabundo que aparece varias veces a lo largo de la película es en realidad Dios.
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