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Argumento:
Después de cantar la canción al inicio de la película «La estrella azul», Pepe Grillo explica que va a contar una historia de un deseo hecho realidad. Su historia comienza en el taller de un viejo carpintero llamado Geppetto. Pepito observa como Geppetto termina de trabajar en una marioneta de madera a quien él llama Pinocho (nombre que disgusta a sus mascotas: el gato Fígaro y la pez dorada Cleo) Antes de dormirse, Geppetto pide un deseo a una estrella que Pinocho sea un niño de verdad. Durante la noche, el Hada Azul visita el taller y le vida a Pinocho, a pesar de que sigue siendo un títere. Ella le informa que demuestra ser valiente, generoso, honrado, y desinteresado, se convertirá en un niño de verdad y asigna a Pepito como su conciencia.
Geppetto descubre que su deseo se ha hecho realidad y se llenó de alegría. Sin embargo, en su camino a la escuela, Pinocho se fue por mal camino con el Honrado Juan y su compañero, el gato Gedeón, quienes lo convencen a que se uniera a un espectáculo de marionetas de Strómboli, a pesar de las objeciones de Pepito. Pinocho se convierte en atracción estrella de Strómboli como una marioneta que puede cantar y bailar sin hilos mientras se baila junto a marionetas de chicas holandesas, francesas y rusas. Sin embargo, cuando Pinocho quiere ir a casa por la noche, Strómboli lo encierra en una jaula. Pepito llega a ver Pinocho y no es capaz de liberarlo. A continuación, El Hada Azul aparece y le pregunta Pinocho por qué no estaba en la escuela. Pepito le insista a Pinocho a decir la verdad, pero en cambio le empieza a contar mentiras, lo que hace que la nariz crezca más y más. Pinocho promete ser bueno de ahora en adelante y el Hada Azul restaura la nariz de nuevo a su forma original y los libera, al tiempo que le advertirá de que esta será la última vez que lo puede ayudar.
Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, el Honrado Juan y Gedeón le cuentan al cochero, quien les promete pagar mucho dinero si pueden encontrar los niños más tontos para que él los lleve a la Isla de los Juegos. Los pillos se encuentran con Pinocho, quien va en su camino a casa, lo convencen de que él tiene que tomar unas vacaciones allí. En el camino a la Isla de los Juegos, se hace amigo –«Lampwick», Polilla en español–, un niño delincuente. Sin reglas ni autoridad para hacer cumplir su actividad, Pinocho y los otros muchachos pronto disfrutan los juegos de azar, el fumar, emborracharse, y actos de vandalismo, muy a pesar de Pepito. Más tarde, al tratar de llegar a casa, Pepe descubre que la isla esconde una terrible maldición: Los muchachos que vienen a la Isla de los Juegos se transforman literalmente en burros, y que el cochero los vende como burros esclavos a los circos. Pepito corre para advertir a Pinocho, sólo para encontrar que Polilla está totalmente transformado en un burro aterrado; Pinocho logra escapar, pero solo se transforma parcialmente, le comienzan a crecer las orejas y la cola, así que huyen de la isla.
Al regresar a casa, Pinocho y grillo encuentran el taller de vacío y descubre (a través de un mensaje dejado por el Hada Azul en forma de paloma) que Geppetto se había aventurado a buscar a Pinocho, pero fue tragado por una ballena gigante llamado Monstruo y ahora está viviendo en su vientre. Decidido a rescatar a su padre, Pinocho se lanza al mar, con Pepito quien le acompaña. Pinocho rápidamente también tragado por Monstruo, donde se reúne con Geppetto. Pinocho idea un plan para hacer que Monstruo estornude, dándoles así la oportunidad de escapar. El plan funciona, pero la ballena enfurecida les persigue y rompe su balsa. Pinocho tira Geppetto a la seguridad en una cueva antes de Monstruo se estrelle contra ella. Todos ellos se llegan a una playa en el otro lado. Geppetto, Figaro, Cleo, y grillo sobreviven, pero Pinocho yace inmóvil boca abajo en una piscina de la marea. De vuelta a casa, el grupo está de luto por él. El Hada Azul, sin embargo, decide que Pinocho ha demostrado ser valiente, veraz, y desinteresado, y él está a nacer como un niño humano real (sus orejas y cola de burro también han desaparecido) y todo el mundo celebra. Pepito sale a agradecer el Hada y es recompensado por una insignia de oro puro que lo certifica como una conciencia oficial
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