|
|
|
|
Argumento:
En el año 1944, cinco meses después del Día D, la mayoría de los soldados estadounidenses piensa que el ejército alemán está a punto de ser vencido. Los alemanes no comparten esta opinión. En un intento de ganar tiempo para llenar el cielo con sus nuevos e invencibles aviones, lanzan una rápida y última ofensiva con gran despliegue de blindados: la batalla de las Ardenas.
Un afamado y férreo coronel de la Wehrmacht, Martin Hessler es llamado por los altos mandos alemanes para lanzar la última gran ofensiva contra las fuerzas invasoras aliadas. Es puesto al mando de una escuadra de los modernos tanques Panzer King Tiger, fuertemente armados y muy blindados, y deberá correr durante un lapso de 50 horas en el corredor de los Países Bajos que desemboca en la región de las Ardenas. La idea es partir en dos las fuerzas aliadas, y darle tiempo de respiro para que el ejército nazi pueda completar la producción de numerosas armas innovadoras como cazas Jet, bombas voladoras e incluso el proyecto de una bomba atómica.
Mientras tanto, el teniente coronel Kiley (Henry Fonda), de la inteligencia norteamericana, ve movimientos sospechosos en la zona de Las Ardenas y advierte a sus superiores sobre la posibilidad de un gigantesco golpe sorpresa por parte de los nazis. Ante el descreimiento de los mismos, Kiley se maneja de modo independiente -continuando con su acumulación de pruebas- hasta que los nuevos Panzer comienzan a asestar golpes mortales a los ejércitos aliados en Malmedy y Amberes. Y todo parece indicar que la escalada al mando de Hessler es virtualmente imparable. Los tanques estadounidenses no pueden con el blindaje del King Tiger.
Paralelamente se introducen comandos alemanes con uniforme estadounidense y que no solo hablan perfecto inglés al estilo estadounidense, sino que dominan todos los aspectos de un soldado medio estadounidense. Su misión, confundir al enemigo y apoderarse de puntos vitales del corredor.
La Batalla de las Ardenas empieza con graves derrotas para el ejército estadounidense, pero un factor limita a Hessler: el combustible escaso, que sólo existe en unos depósitos enemigos distantes del frente de batalla. Debe apoderarse de ellos.
Las fuerzas estadounidense están representadas por un indisciplinado sargento tanquista llamado Guffy (Telly Savallas) a cargo de un tanque medio que resulta semidestruido en la batalla. Además, un teniente que escapara a la matanza de Malmedy se suma al tanque, y al más puro estilo estadounidense ellos serán claves en el desenlace de la trama.
|
|